
Detrás de cada mano abierta que se tiende
tiendo a ver languidez y dejadumbre.
Patente también,
dirías que sombreado a carboncillo,
a veces a cabroncillo,
incluso sanguina, ¡o aguafuerte!
Veo decía sombras de nuestra naturaleza cavernaria, de hombre lobo para el hombre,
el demonio de la caridad que extiende jerarquías, pagarés y deudas diferidas.
Detrás de cada mano abierta que se tiende
y detrás del aguafuerte,
apenas visible,
hay simples ganas de conocernos y conocerse.
Cierto es.
Merece la pena saltar hacia el vacío.
La imagen de las manos es parte del libro From The Inside Out


Deja un comentario